Amsterdam

Amsterdam ha sido dibujado a una escala humana. Pocos rascacielos estropean la claridad del cielo y el pueblo sobre todo anda o motos de un lugar a otro. El centro histórico recuerda la Edad de Oro de Amsterdam como el puesto de mando de una red de comercio enorme e Imperio colonial, cuando los comerciantes ricos construyeron residencias con el tejado a lo largo de canales con esmero puestos. Una ironía deliciosa es que las viejas estructuras apacibles también reciben burdeles, tiendas de humo, y alguna vida nocturna extravagante. Los habitantes de la ciudad, orgullosos de su pragmático, actitud "viven y dejan vivo", han decidido controlar lo que ellos no pueden proscribir con eficacia. Ellos permiten la prostitución licenciada en el Distrito Ligero Rojo - tanto una atracción turística como el Rijksmuseum y el Museo de Van Gogh - y la venta del hachís y marihuana en "coffeeshops" designado.

Pero no piense la mayor parte de movimiento de Amsterdammers alrededor de la ciudad que arrastra nubes del humo de marihuana. Ellos están cerrar la cremallera demasiado ocupado alrededor en motos, inline-patinar por Vondelpark, sunning en sus pórticos, hojear series de platos étnicos, o simplemente mirar el desfile de la vida de la calle de una cafetería de acera. Una nueva generación de empresarios ha revivificado viejas vecindades como el Jordaan, convirtiendo algunas casas distintivas en tiendas poco convencionales y cafeterías que andan ajetreado, hoteles, y restaurantes.

La ciudad le capturará rápidamente en su ortografía. Por la noche, muchos de los más de 1,200 puentes que atraviesan los 160 canales son encendidos con luces diminutas que les dan un aspecto de cuento de hadas. Durante algunas mañanas el cityscape despacio surge de una niebla que se dispersa para revelar sus tesoros.

Amsterdam no tiene simplemente el estilo, pero contenta también. Además de muchos canales y puentes, esto ofrece tales placeres como el Museo Histórico judío, el Museo de Casa Rembrandt, el mercado de pulgas Waterlooplein, el mercado de flor flotante, librerías anticuarias, cafeterías marrones (el equivalente holandés de barras de vecindad) y casas que prueban ginebra, y cafeterías chic y clubes nocturnos.

Quizás el mayor activo de Amsterdam es sus habitantes. Muchos dicen el inglés con soltura y prácticamente todos son amistosos a invitados. Plaf usted mismo abajo entre las paredes manchadas de nicotina de una cafetería marrón para disfrutar de una cerveza o una ginebra (ginebra), y usted se encontrará pronto charlando con Amsterdammer afable.

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