Copenhague

Como el Ratón Fuerte, Dinamarca puede ser pequeña pero esto embala una perforadora poderosa. Su capital, Copenhague, parece ser el asiento de todo lo danés artístico, financiero, y político.

Las guías de Frommer han mantenido mucho tiempo su lealtad a la promoción de las glorias de Copenhague, y seguimos esto hace mucho compromiso. En su primera guía, Europa en 5 dólares por Día, Arthur Frommer escribió, "Después de Copenhague, el resto de Europa se hará una nota al pie de la página." Una exageración, por supuesto, pero Copenhague después de todas estas décadas permanece la capital "de diversión" de Escandinavia — y también los más económicos — y los daneses siguen practicando su propio joie de vivre. Hay un entusiasmo para la vida aquí que siempre nos limpia en su ortografía.

La ciudad sigue cambiando. Los restaurantes del Medio Oriente ahora compiten con restaurantes pasados de moda que sirven el alimento que la Abuela Dinamarca solía cocinar. Las cafeterías de Internet se han hecho el punto de cita de la opción para daneses jóvenes en vez del querido de tabernas sudsy tradicional por sus padres. La ciudad no es tan segura como esto solía ser: el Delito y las medicinas crecen. En otras palabras, bienvenidos al mundo moderno.

Pero algunas cosas nunca se cambian. Muchos Copenhageners todavía moto para trabajar a lo largo de los canales de la ciudad. Todavía nos afiliamos a los vecinos que siguen sus narices a las cafeterías donde el olor de pan nuevamente cocido al horno nos atrae en para una mañana danesa y una taza de café nuevamente elaborado. A lo largo del camino, todavía pasamos a aquel pequeño viejo comerciante que jabona abajo sus ventanas de cristal.

"Somos un poco poco convencionales, pero afables," un antiguo alcalde nos dijo. "Tenemos corazones grandes y podemos acomodar todos los estilos de vida y persuasiones. Hay también una raya rebelde de la independencia en nosotros. Nuestros dibujantes se atreverán hasta a representar Mohammed como una persona física, que puede conseguirnos en un poco del problema en menos sociedades tolerantes. Pero no seríamos daneses si no ejerciéramos nuestras libertades."

Copenhague, la capital de Dinamarca, consiguió su nombre de la palabra k ø el ben-havn, el que significa "el puerto de los comerciantes." Creció en tamaño e importancia debido a su posición en el Ø resund (el Sonido), el cuerpo del agua entre Dinamarca y Suecia, guardando el paso estratégico de todo el tráfico marítimo que se dirige en o del Báltico.